sábado, 25 de enero de 2014

Entrenamiento de equilibrio y propiocepcíon

La propiocepción es el sistema regulador interno del cuerpo que gobierna la capacidad de generar y mantener una postura erguida efectiva y el equilibrio físico. Un sistema interno de retroalimentación sensorial, la propiocepción es la compleja serie de comunicaciones que indican una variación en la contracción muscular realizado en respuesta a factores externos. Los propioceptores importantes ubicados en el cuerpo son el sistema vestibular (los órganos y nervios del oído interno) y los receptores de estiramiento, los componentes del sistema nervioso que se encuentran en los músculos de las articulaciones. Estos receptores ayudan a permitir que el cuerpo para saber donde las articulaciones se colocan en cualquier momento. Un receptor de estiramiento prominente, el órgano del tendón de Golgi, se encuentra en la unión de varios tendones y músculo esquelético correspondiente, transmitiendo el grado de tensión muscular presente en cualquier momento para el cerebro.
La propiocepción y su importancia para el movimiento humano se entiende mejor en contraste con otros dos conceptos sensoriales, el primero de los cuales es que los sentidos físicos. Los cinco sentidos del gusto, el tacto, el olfato, la vista y el sonido son todos los dispositivos sensoriales que actúan tanto como un sistema de seguimiento y como una defensa de alerta temprana para el cuerpo en relación con su medio ambiente, la información es recibida por cada órgano sensorial y se transmite a cerebro para su procesamiento y, cuando sea necesario, la acción. En contraste, la propiocepción es el método por el cual el cuerpo regula a sí mismo, tanto en términos de posición física, así como la orientación a la tierra u otros objetos fijos.
El segundo concepto que contraste con el de la propiocepción es el de los sentidos cinestésicos humanos, las nociones relacionadas de la memoria muscular y la coordinación mano-ojo. El sentido cinestésico es similar a la propiocepción, en que se trata de un mecanismo interno, pero distinta en virtud de la función de la propiocepción en la coordinación de movimiento de la articulación y la aceleración.
La propiocepción se ha referido como el "sexto sentido", ya que va a seguir funcionando en caso de que los sentidos físicos no pueden funcionar. Una característica común de los casos de una amputación es la sensación en la parte del amputado que el miembro ausente está produciendo dolor.
El sistema vestibular del oído interno es una estructura ósea y los tejidos delicados que coordina el equilibrio, la orientación, y la detección de la aceleración en los objetos cerca del cuerpo. El oído interno puede reconocer los cambios en cada una de estas áreas físicas con mayor rapidez que los esfuerzos coordinados de los ojos (a través del nervio óptico) y el cerebro. Hay dos sub-mecanismos primarios dentro del oído interno que proporcionan datos para la propiocepción. Los cilios son pelos muy finos ubicados a lo largo del canal del oído interno. Estas estructuras detectan los cambios de aceleración, transmitidas al cerebro por medio del nervio vestibular.
La función del sistema vestibular es prominente cuando un atleta se esfuerza por seguir un objeto que ha sido enviado por el aire en una trayectoria, como un elevado en el béisbol o una pelota de rugby patadas por todo el campo. El sistema vestibular proporciona una entrada continua con respecto a la velocidad y la orientación del cuerpo en el suelo ya que el jugador se acerca a la pelota.
Además de los deportes en que un objeto debe ser seguido en el aire, deportes aéreos, en los que el equilibrio físico del atleta están distorsionadas a través de los movimientos requeridos por el deporte en sí, son aquellas en las habilidades de propiocepción se deben desarrollar en toda su extensión. Buceo, gimnasia, y de la antena
Desarrollar plenamente dispuestos propiocepción (equilibrio) habilidades, gimnastas sufren incontables horas de entrenamiento.
eventos en el esquí y el snowboard son todos ejemplos. Para estos atletas, los programas de capacitación serán diseñados con los elementos del deporte más alta, e incluyen los principios de propiocepción que equipan el atleta con las herramientas físicas para asegurarse de que el equilibrio físico se puede mantener en cualquier circunstancia.
Equilibrio tiene componentes que se basan genéticamente. Como proposición muy general, las personas más pequeñas tienden a tener mejores habilidades de equilibrio y las funciones relacionadas de la coordinación física que las personas más mayores, en virtud del hecho fisiológico de que la persona más pequeña es necesaria para controlar una masa más pequeña, con un sistema neuromuscular más pequeño para gestionar. Además, cuando las personas de todos los tamaños tienen desequilibrios estructurales, como las discrepancias longitud de las piernas, lo que crea la generación de desigualdad de fuerzas en movimiento, es probable que esas personas serán menos coordinada y menos equilibrado en sus movimientos.
Los ejercicios de equilibrio está destinado a complementar el sistema de propiocepción. El primer y más importante aspecto de entrenamiento del equilibrio es la construcción y mantenimiento de la fuerza de la base del atleta. Un nivel máximo de fuerza de la base, los esfuerzos integrados de los abdominales, los glúteos, lumbares y los músculos de la ingle y los tejidos conectivos, permite al atleta para incorporar la estabilidad en todos los movimientos en el deporte. Una fuerza de la base bien desarrollada también permite una estable y mantiene postura atlética, la posición de reproducción expresada con las rodillas y caderas flexionadas, la cabeza erguida, es decir en el corazón de numerosos deportes.
Una vez que la fuerza central está en su lugar, el atleta puede desarrollar una serie de atributos físicos que contribuyen a la rapidez, realizados sobre una plataforma física estable. La capacidad de transferir peso de manera eficaz y sin problemas es una característica de equilibrio deportivo. Los ejercicios que ponen el atleta en una serie continua de movimientos constantes y dinámicos refuerzan para el cuerpo de su sistema de propiocepción.
Cualquier ejercicio que requiere el cuerpo para responder de forma inmediata a la posición física ayudará en el entrenamiento del equilibrio. Actividades tan variadas como los malabares y el uso de un tablero que se tambalea (un dispositivo en el que el atleta se coloca en el centro del tablero para mantener el equilibrio) se emplean para el equilibrio perfecto.

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